miércoles, 31 de octubre de 2007

Jamie: 'In vino Veritas'

Jamie:
Mira, chico, te vas a marchar y a lo mejor no tenemos ocasión para hablar. O a lo mejor luego no estoy tan borracho como para decírtelo. Así que tiene que ser ahora. Es algo que tenía que haberte dicho hace ya tiempo... Por tu bien.


No son chorradas de borracho. “In vino Veritas”, dicen. Yo que tú me lo tomaría en serio. Tengo que prevenirte contra... mí. Mamá y papá tienen razón. Soy un mal ejemplo. Y lo peor es que lo hago a propósito.

¡Cállate, chico! ¡Deliberadamente he hecho todo lo que he podido para que fueras un inútil! Por lo menos, han sido una de cal y otra de arena. Hay algo en mí que odia la vida. Quería ser tu maestro, que aprendieses de mis errores. Por lo menos eso creía yo a veces. Pero no es así. Hacía que mis errores no parecieran tan graves. Hacía que pareciera romántico emborracharse. Hacía que las putas parecieran fascinantes vampiresas en vez de pobres mujerzuelas enfermas y estúpidas, que es lo que son. Me burlaba del trabajo. No quería que las cosas te fueran bien porque entonces yo todavía parecería peor a tu lado. Quería que fueras un fracasado. Siempre te he tenido envidia. ¡el niñito de mamá, el preferido de papá!

Además, mamá empezó a drogarse cuando naciste tú. Ya sé que no tienes la culpa, pero es igual, ¡vete a hcar puñetas, te odio...!

Pero no creas. Te quiero mucho más de lo que te odio. El haberte dicho esto es buena prueba de ello. Porque a lo mejor acabas odiándome y eres lo único que tengo. Pero no quería soltarte todo esto, no quería haber ido tan lejos. No sé que me ha pasado. Lo que quería decirte es que espero que todo te salga bien. Pero con cuidado, porque voy a intentar que fracases. No puedo evitarlo. Me odio a mí mismo. Tengo que vengarme. De todos. Especialmente de ti. Oscar Wilde en La prisión de Reading no sabía lo que decía. Aquel tipo ya estaba muerto y tenía, por tanto, que dar muerte a lo que más amaba. Como debe ser. Por eso, lo que ha muerto en mí desea que no te pongas bien. ¡Incluso a lo mejor me alegro de que mamá haya vuelto a recaer!¡Necesito compañía para no ser el único cadáver de la casa!

Si te paras a pensar, verás que tengo razón. Piénsalo cuando estés en el sanatorio. Hazte a la idea de que tienes que olvidarme, que no existo, que me he muerto. Dile a la gente “yo tenía un hermano, pero murió”. Y cuando vuelvas, búscame. Te recibiré con los brazos abiertos y, en cuanto te descuides ¡zas!, puñalada por la espalda.

Pero no me olvides. Recuerda que te lo he advertido.... por tu bien. Créeme. No hay mayor amor que el de quien salva a su propio hermano de sí mismo. Ya está. Me siento mucho mejor ahora. Me he confesado. Pero tú me absolverás. ¿No, chico? Eres un tipo estupendo. Claro que lo eres. Como que te he hecho yo. Tienes que ponerte bien. No te irás a morir, ¿eh? Eres lo único que me queda. Que Dios te bendiga, chico. La última copa me ha dejado K.O.

...gracias a Rakel.

1 comentario:

siscu dijo...

¿alguien sabría decirme de quién es este texto?.O algún tipo de dato sobre él.
Gracias.

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